Neutralidad Armada
En 1780, durante la guerra entre Gran Bretaña, por un lado, y sus colonias americanas, Francia y España, por otro, Rusia envió una circular a Gran Bretaña, Francia y España, en la que proclamaba los cinco principios siguientes (1) que a los buques neutrales se les permitiera navegar de puerto a puerto de los beligerantes y a lo largo de sus costas; (2) que las mercancías enemigas en los buques neutrales, exceptuando el contrabando, no fueran confiscadas por los beligerantes; (3) que, en lo que respecta al contrabando, se aplicaran en todos los casos los artículos 10 y 11 del Tratado de 1766 entre Rusia y Gran Bretaña [43 Consolidated Treaty Series (1648-1919) 365]; (4) que un puerto sólo debía considerarse bloqueado si el beligerante bloqueador había estacionado allí buques, de manera que creara un peligro evidente para los buques neutrales que entraran en el puerto; (5) que estos principios debían aplicarse en los procedimientos y juicios sobre la legalidad de los premios.