Artículo

Artículo

1. Clases de artículos

Hay dos clases de artículos: el determinado (llamado también definido), cuyas formas son el, la, lo, los, las, y el indeterminado (llamado también indefinido o genérico):un, una, unos, unas. La forma masculina el sustituye a la delante de algunos nombres femeninos que empiezan por a acentuada: ‘el agua, el águila, el alma, el arpa, el arte, el hacha, el hambre’. La forma singular masculina del artículo indeterminado es un, o sea, la forma apocopada de uno (pronombre indefinido o numeral). Está autorizado el uso de un por una delante de nombres que empiecen por a acentuada: ‘Un alma honrada’.

2. Colocación

El artículo precede siempre al nombre a que afecta; pero entre ambos pueden intercalarse adjetivos o expresiones calificativas: ‘El nunca bien ponderado caballero…’.

3. Algunas particularidades del uso del artículo

Puede aplicarse el artículo a palabras que no sean nombres y a expresiones enteras, haciéndolas así aptas para ser sujetos de un verbo, o sea, sustantivándolas: ‘El saber no ocupa lugar. El qué dirán. El para y el por’. El artículo determinado neutro tiene en este papel un uso amplísimo para convertir en nombres de cualidad los adjetivos: ‘Lo blanco. Lo útil’; también para suplir nombres de cualidad inexistentes o no usuales: ‘Lo bonito de la tela’, en vez de ‘la bonitura de la tela’.

4. Elipsis del nombre y consiguiente conversión del artículo en pronombre

El artículo puede quedar unido a un adjetivo al sufrir elipsis, por ya mencionado o por sobreentendido, el nombre calificado o determinado por el adjetivo: ‘El [hermano] pequeño es más inteligente’. Este uso es común a las otras lenguas romances. Pero es peculiar del español el usar el artículo en esta forma con las oraciones de relativo que hacen papel de adjetivos o con cualquier otra expresión determinativa o calificativa construida con una preposición: ‘¿Qué traje te vas a poner? —El de todos los días. El que más te guste a ti’. Con el artículo neutro no hace falta que el nombre se haya mencionado ya, pues se sobreentiende cosa: ‘Lo que tú quieras. No recuerdo lo que me dijiste’. Tampoco es necesario que el nombre haya sido ya dicho si se trata de personas y la determinación que sigue es una oración de relativo: ‘El que lo sepa que lo diga’. Y, con el plural, ni siquiera es necesaria la última condición: ‘A los de Madrid les llaman gatos’.

5. Casos en que se usa el artículo determinado y el indeterminado y en que se omite el artículo

El artículo determinado acompaña a un nombre cuando éste designa una cosa única, abstracta o concreta, una cosa determinada o todas las de una especie: ‘la Tierra, la libertad, la casa de la esquina, los astros’. El indeterminado, cuando el nombre se refiere a una o varias cosas indeterminadas numerables, de las que existen o pueden existir, además, otras: ‘un árbol, una desgracia, unas gotas’. Se usa el nombre sin artículo cuando se toma en sentido partitivo: ‘un libro con grabados, tiene vergüenza, comimos espárragos’.

Se comprende, pues, que su uso está íntimamente relacionado con las maneras posibles de usar el nombre: como numerable y como partitivo; por ello, en el diccionario se especifican estos usos en los nombres respecto de los cuales puede haber duda. Si se dice, por ejemplo de ruido, que es partitivo y numerable, esto significa que se puede decir ‘oír un ruido’ (numerable) y ‘hacer ruido’ (partitivo).

En casos en que, a primera vista, puede parecer que se usa o se suprime el artículo sin razón que lo justifique, se puede percibir fijándose atentamente que existe o no un sentido partitivo. Por ejemplo en ‘dejar paso’ y ‘cerrar el paso’, se ve que en la primera expresión se toma paso parcialmente y en la segunda en su totalidad. Lo mismo puede apreciarse en ‘dar entrada’ y ‘permitir la entrada’. Hay que advertir, además, que la apreciación de si un nombre se toma como determinado, como indeterminado, como una cosa indivisible o total o como partitivo, y por tanto, si se le pone artículo y cuál, es en muchos casos subjetiva y por eso, a veces, se puede un nombre usar de más de una manera: ‘Tiene tifus; pasó el tifus; ha cogido un tifus. Sabe francés; sabe el francés. Una casa con [las] ventanas cuadradas; una casa con [una] terraza. El vino [vino o un vino] que no emborracha no es vino. Domar es domesticar caballos [o un caballo]. Montar es subirse al caballo [o a un caballo]’. Se dice ‘poner la silla al caballo’ porque la silla es una cosa en cierto modo determinada, ya que el caballo la lleva ordinariamente; en cambio, se dice ‘poner una gualdrapa al caballo’ porque, no siendo gualdrapa una prenda que el caballo lleve ordinariamente, no se considera determinada.

6. Particularidades en el uso del artículo determinado

El artículo determinado singular puede emplearse en vez de un plural genérico: ‘Se da el nombre de cabileño al individuo (por los individuos) de la cabila (por de las cabilas)’. Esta posibilidad puede dar lugar a aparentes incongruencias en la coordinación de dos nombres; se dice, por ejemplo, ‘los hombres se quitan el sombrero para entrar’, cuando lógicamente lo quitado son los sombreros; pero aquí el sombrero está empleado genéricamente.

Semejante al anterior es el empleo ocasional del artículo determinado en casos, particularmente en oraciones de infinitivo, en que corresponde claramente el indeterminado por tratarse de una cosa a la que no cabe atribuir ninguna particularización; como en ‘conceder al seglar un beneficio eclesiástico, quitarse los hábitos el clérigo, picar al animal el tábano’.

7. Particularidades en el uso del artículo indeterminado

Se aplica a una cosa determinada para el que habla, si esa cosa es desconocida para la persona a quien se habla, y a la inversa: ‘Me lo ha mandado un hermano que tengo en América. Te vi ayer con una chica muy guapa’.

8. Uso con un nombre empleado como representación de un género

Se emplea el artículo indeterminado con un nombre en singular que se toma como la representación o ejemplo de toda una clase: ‘Un hombre no llora. Un perro no estorba en una casa de campo. A nadie le amarga un dulce. Domador es el que doma una fiera (fieras)’.

9. Uso enfático de un, una, unos, unas

A veces, al nombre de una cosa determinada, que podría llevar un adjetivo posesivo, o a la que corresponde, por ser única, llevar un artículo determinado, se le pone enfáticamente artículo indeterminado para cargarlo más del sentido que es propio de la especie de la cosa: ‘Tengo una familia que mantener. Hay unos padres que sufren por ti. El espectáculo de un mundo en crisis’.

10. Delante de un numeral

El artículo indeterminado delante de un número expresa aproximación: ‘unas cincuenta personas’.

11. Con nombres propios

Con un nombre propio o particularizado expresa lo mismo alta estimación que execración o admiración irónica: ‘Todo un rey la pretendió por esposa. Sólo un Nerón puede cometer tal crueldad. ¡Atreverse con un Martínez!’.

12. Con nombres adjetivados aunque tomados partitivamente

Si el nombre va adjetivado, puede llevar artículo indefinido, aunque esté tomado partitivamente: ‘Nos dieron un buen vino. Esta es una tierra muy buena’.

13. Abuso de un, una con nombres de cualidad

Esto es aplicable también a los nombres de cualidad: ‘Tiene una resistencia a prueba de bombas. Un vestido de una gran elegancia. Es una novela de un valor indudable’. Igualmente, cuando se trata de cualidades psíquicas: ‘Tiene una gran cabeza. Su principal defecto es una excesiva afición a la bebida’. Sin embargo, la Academia censura el abuso en este empleo del artículo y cita el ejemplo ‘puede llegar a ser [un] gran hombre sin estar dotado de [un] talento ni de [un] ingenio superior, con tal que tenga valor, [un] juicio sano, y [una] cabeza bien organizada’, en el cual todos los artículos puestos entre corchetes podrían suprimirse. Evidentemente es así en este ejemplo; pero hay que tener en cuenta que hay casos, cuando un, -a equivale a «una clase de», en que el hábito ha impuesto la construcción con el artículo; como en ‘tiene una memoria privilegiada; tiene un genio imposible’ o ‘tiene una voluntad de hierro’. Las frases ‘tiene privilegiada memoria; tiene genio imposible’ o ‘tiene voluntad de hierro’ no sonarían naturales. Por otro lado, ya en el Poema del Cid se puede encontrar ‘a una grand priessa’ y en el de Fernán González, ‘vasos que eran de un fino oro’. Por todo ello, parece razonable respetar el consejo de la Academia de no abusar del artículo indeterminado con nombres partitivos abstractos o concretos, pues evidentemente resulta inelegante, pero sin llegar como algunos gramáticos a la absoluta condenación de ese uso.

14. Uso del nombre sin artículo

No se emplea ni uno ni otro artículo con nombres empleados partitivamente: ‘No tengo tabaco. Le falta resignación. Ten paciencia. Un trozo de cielo. Queremos libertad. No me faltan preocupaciones. Les reparten tierra. Aquí no hay niños. Le dan ataques. Aquello son perdices. Esto es papel. He sembrado habas. Un tratado de aviación. Hemos comido pescado. La locomotora echa humo. Lo que falta aquí es dirección. Ruido de cristales rotos. Tengo miedo’. Por eso con el verbo haber usado como terciopersonal u otro verbo equivalente, es siempre posible usar el nombre sin artículo, pues ese verbo da siempre significado partitivo: ‘En este pueblo no hay médico. Aquí no hay formalidad. No existe camino para ir hasta allí. Hay Cármenes y Conchas’. También podría decirse ‘un [o ningún] médico, ninguna formalidad, un [o ningún] camino, algunas [o muchas] Cármenes y Conchas’. Pero la forma sin artículo es más frecuente.

14.1. Con un adjetivo posesivo o demostrativo

Se omite también el artículo cuando precede al nombre un adjetivo demostrativo o posesivo, aunque, en este último caso, en algunas regiones se conserva la construcción anticuada tal como se encuentra, por ejemplo, en el padrenuestro antiguo: ‘Santificado sea el tu nombre, venga a nos el tu reino…’.

14.2. Con como, a manera de, etc.

No lleva tampoco artículo el nombre precedido de como, a manera de, a modo de, según, por, etc.: ‘Tiene por cama un saco de paja. Usaba una concha a manera de plato’.

14.3. Con nombres propios

Se omite el artículo con nombres propios de persona, país y población: ‘Ha venido Juan Pérez. Barcelona es una gran ciudad. Andalucía está al sur de España’. Los nombres de ríos o de la palabra mar cuando entran a formar parte del nombre de una población llevan unas veces artículo y otras no: ‘Alcalá de Henares, Villarreal del Huerva, Arenys de Mar, Oropesa del Mar’.

14.4. Excepciones

Pero la regla de omisión del artículo en nombres propios tiene las siguientes excepciones:

1.ª Los nombres de persona acompañados de un adjetivo llevan artículo: ‘La hermosa Dulcinea’.

2.ª En los pueblos y entre gente del pueblo es frecuente usar los nombres propios con artículo: ‘El Anselmo. La Beatriz’.

3.ª También se usan con artículo los nombres de artistas que son o suenan como patronímicos: ‘El Greco. El Tiziano. El Veronés’. También, a veces, los apellidos de artistas o escritores italianos antiguos: ‘El Ariosto. El Tasso’. Y es muy frecuente decir ‘el Dante’, aunque, por ser este nombre propio y no apellido, no está justificado. También se pone artículo delante del apellido de una mujer célebre, especialmente artista: ‘La Avellaneda. La Guerrero. La Pompadour’. Y, a veces, incluso con el nombre: ‘La Raquel Meller’. También se pone artículo delante de un nombre propio usado despectivamente o en lenguaje forense o con algún adjetivo como tal, susodicho, citado o equivalentes: ‘El [tal] Martínez’. Igualmente, delante del nombre de un autor empleado para designar la obra: ‘El Testut. El Vidal-Lablache’. Y, a veces, delante de un nombre propio que sirve de título, si es famoso: ‘El Quijote. El Orlando furioso’.

4.ª Se pone siempre artículo delante de algunos nombres geográficos: ‘la Alcarria, la Mancha’. En otros casos hay alternancia entre presencia y ausencia de artículo: (la) China, (el) Ecuador, (el) Japón, (el) Perú, (los) Estados Unidos. También se usan con artículo Sol y Luna y los nombres de constelaciones y estrellas que no son propios de persona.

14.5. En los vocativos

No se pone artículo en los vocativos: ‘¡Oiga, mozo!’. Aunque antiguamente sí se ponía en los incisos: ‘Pésame de vos, el conde…’.

14.6. Con nombres de meses y números que designan años

Con los nombres de meses y con los números que designan años, generalmente tampoco se pone artículo: ‘En enero. Hasta 1950’.

14.7. Excepciones: nombres de los días de la semana

Pero el número, empleado como nombre del año, puede llevarlo: ‘El 1952 fue un año lluvioso’; en cambio, y esto es una particularidad del español, se usan con artículo los nombres de los días de la semana: ‘Llego el martes’.

14.8. Casos no sometibles a reglas

Expuesta en primer lugar la norma general aplicable al uso u omisión del artículo y al uso del determinado o el indeterminado y, después, las reglas particulares pero de aplicación fija a cada uno de los tres casos, queda por exponer la casuística, realmente complicada, relativa al uso del artículo. Los casos dudosos que se relacionan a continuación, tal vez no todos los que se pueden presentar, no constituyen dificultad para los hispanohablantes, que aplican tanto las reglas como las excepciones irreflexivamente; pero sí pueden servir para satisfacer alguna duda de los que están en grado avanzado del aprendizaje del español. Estos casos se refieren en su mayor parte al uso u omisión del artículo.

En general, el no uso de artículo denota imprecisión: se puede decir ‘hacia oriente’ o ‘hacia occidente’ y, en cambio, no se dice ‘hacia este’ o ‘hacia oeste’, sino, ‘hacia el este’, o ‘hacia el oeste’, porque las primeras denominaciones se aplican con cierta vaguedad a zonas extensas, mientras que las segundas designan primariamente puntos precisos del horizonte.

Las expresiones de material con de, como es natural, puesto que el nombre del material está tomado partitivamente, no llevan artículo: ‘un puente de hormigón, las sopas de leche’. Pero las expresiones adjetivas o especificativas con de que no son de material llevan, en general, artículo: ‘El hombre de la calle. El país del oro. El rumor del mar. Los pájaros de la selva. El traje de los domingos. La gente del campo’. Sin embargo, hay infinidad de expresiones de esta clase estereotipadas, sin artículo: ‘dolor de cabeza [de riñones, de garganta, etc.], torcedura de pie, función de iglesia, reuma de corazón’. (V. más adelante lo relativo a la formación de esta clase de expresiones.)

Con nombres concretos indeterminados se suprime el artículo cuando la oración completa expresa una particularidad o una situación especial del sujeto: ‘No tiene coche. María gasta gafas. No lleva corbata’. Pero si el nombre va particularizado con un adjetivo o una expresión calificativa o especificativa, se pone el artículo: ‘Tiene un coche de lujo’. Sin embargo, aun en este caso se suprime el artículo cuando el conjunto del nombre y su especificación designa un género de cosas: ‘Tiene casa propia. El de mi hermano es coche de potencia. Pasa por circunstancias difíciles. Es hombre justo. Es mujer de armas tomar’.

De un nombre individual concreto no puede decirse lógicamente que se usa como partitivo; podrá, por ejemplo, tratarse de «una localidad» o «de varias localidades», pero no de «algo de localidad»; sin embargo, se puede decir ‘tengo localidad para el partido de esta tarde, acaba de tomar secretaria nueva, poner gualdrapa al caballo’, como si se tratara de nombres usados partitivamente: en el fondo, en estas expresiones hay una asimilación del singular a un plural partitivo (‘tengo localidades para esta tarde’, etc.).

También se puede omitir el artículo con nombres en plural seguidos de una expresión determinativa: ‘Cosas como ésa sólo te pasan a ti. Pianos de esta sonoridad no se fabricaban entonces’. (Frases que podrían también tener la forma ‘una cosa como ésa sólo te pasa a ti’ y ‘un piano de esta sonoridad no se fabricaba entonces’.)

Aunque, como se ha dicho en la exposición general, se usa también el artículo determinado delante de los nombres unitarios, concretos o abstractos (‘el cielo, el mar, la justicia, el arte’), constituyen una excepción los nombres de actividad precedidos de preposición: ‘Un término de carpintería. Muy usado en medicina’; aunque no siempre, pues puede decirse ‘una estrella de cine’ o ‘del cine’.

Los nombres precedidos de todo llevan artículo en frases facticias: ‘representantes de todas las provincias de España’; pero las frases de uso frecuente han cristalizado a veces sin artículo y no siempre es indiferente usarlas con o sin él: se dice ‘en todas partes’ y, en cambio, ‘en todos los sitios’; se puede decir ‘de todas clases’ y ‘de todas las clases’.

En las expresiones de situación o modo formadas por una preposición y un nombre, aunque éste no pueda ser tomado partitivamente, se omite el artículo: ‘Estoy sin casa. Hay que ir con traje de etiqueta’. En frases breves de anuncios suele omitirse el artículo indeterminado: ‘Se traspasa tienda de comestibles. Compraría coche en buen estado’.

En infinidad de casos, la posibilidad de usar un nombre como partitivo (sin artículo) o con artículo constituye una peculiaridad del nombre en cuestión: se dice, por ejemplo, ‘tener poder para’ y ‘tener el poder de’; en cambio, se dice ‘tener eficacia para’ y no se dice ‘tener la eficacia para’, a menos que se añada necesaria después de eficacia; se dice ‘vivir en el cautiverio’ y, en cambio, ‘vivir en cautividad’.

Los modismos formados con a para expresar procedimiento o material llevan unas veces artículo (contraído con a) y otras no: ‘pintura al duco [al óleo]’; pero ‘a fuego lento, a sangre y fuego’. Los semejantes de útil o instrumento, no lo llevan: ‘a bolas, a mano, a máquina’. (V. en a2 observación sobre expresiones que se construyen con esta preposición.)

En multitud de casos, lo que da a un modismo o expresión estereotipada su carácter de tal es la supresión del artículo: ‘en ancas, en brazos, en casa, dinero en mano; a pie, de pie, en pie; a casa, de casa, en casa; en justicia, a decir verdad’. Pero, además de eso, hay infinidad de frases no catalogadas como modismos y que, en realidad, lo son por esa circunstancia; se dice ‘ceñir espada, alzar cabeza, llegar a puerto’ y multitud de frases más del mismo tipo. Un caso especialmente notable es el de ‘debajo de tierra’ porque esta forma se emplea casi con exclusión de la forma completa con artículo, cosa que no ocurre generalmente; el caso es más singular porque se dice ‘debajo del agua’ y no se dice ‘debajo de agua’. A veces, con un mismo nombre se usa unas veces artículo y otras no: ‘buscar casa’ y ‘alquilar una casa’.

Otras veces, por el contrario, el carácter de expresión cristalizada o cliché lingüístico se lo da a la expresión el empleo del artículo o el empleo del determinado por el indeterminado; se dice ‘cuando alguien se siente mal se echa en la cama’, cuando lo regular sería decir ‘en una cama’ del mismo modo que se dice ‘el que está cansado se sienta en una silla’. Y se dice ‘hacer la guerra’, en vez de ‘hacer guerra’.

14.9. Elipsis del artículo

En las enumeraciones expresadas en plural se omite muy frecuentemente el artículo: ‘Para dar luz y ventilación a pañoles, alojamientos, etc. Para divertir a hombres, mujeres y niños. Prudencia en acciones y palabras. El arbolado de parques y jardines’.

En una serie de nombres, aunque sean de distinto género y aunque el primero sea femenino, es permitido dejar sólo el artículo del primero y suprimir los de los demás: ‘Una guía de las calles, plazas, parques y paseos de la ciudad’. Sin embargo, cuando el primero es femenino y todos los demás o por lo menos, el que sigue inmediatamente, masculinos, es mejor aplicarle a cada nombre su artículo: ‘Las mujeres, los viejos y los niños fueron acomodados en carros’. Y, en cualquier caso, se renuncia a la elipsis si puede dar lugar a que se engloben en una unidad conceptos que, en realidad, no la forman: ‘Ella limpia la casa y el establo’ (si se dijera ‘la casa y establo’, se entendería que ambas cosas formaban una unidad). Si la conjunción es o en vez de y, siempre que no se trate de un dilema, lo corriente es suprimir el artículo del segundo nombre si se trata de nombres equivalentes, indiferentes o indeterminados para el que habla: ‘Golpear con la aldaba o aldabón. El conocimiento de una materia o cuestión’. Pero, en otro caso, se antepone a cada nombre su artículo: ‘Llamar con el gong o la campana’. Lo mismo si el artículo es el indeterminado: ‘Llegamos a una aldea o caserío. Va a comprarse un coche o una moto’.

(Ver en los artículos respectivos el, la, lo, un, las particularidades referentes a cada uno de los artículos).

Fuente: Diccionario María Moliner de uso del español