Construcción

Construcción

1. Unión de las oraciones en la oración compuesta

Las reglas referentes a la unión de oraciones para formar la oración compuesta deben verse en oración compuesta y en verbo.

2. Orden de las palabras

Respecto al orden de las palabras en la oración, la colocación particular de algunas de ellas debe mirarse en los artículos correspondientes de este apéndice gramatical; por ejemplo, la del adjetivo con respecto al nombre, en adjetivo; la del sujeto con respecto al verbo, en sujeto; la de los pronombres personales complementos (me, te, se, etc.) en pronombre personal. Solamente se dan a continuación algunas indicaciones de carácter general.

Puede decirse que en español, particularmente en lenguaje literario, es posible cualquier orden en la colocación de los elementos de la oración. La construcción normal (sujeto, verbo, complemento directo, complemento indirecto —los circunstanciales escapan a toda norma de orden—) de la frase ‘tu hermano le ha escrito la semana pasada una carta muy larga a mi padre’, se puede alterar poniendo en primer lugar cualquiera de los elementos, si es ese el primero que acude a la mente del que habla: ‘Una carta muy larga le ha escrito tu hermano a mi padre la semana pasada. A mi padre le ha escrito una carta muy larga tu hermano’; etc. Y del mismo modo se pueden cambiar entre sí los elementos que siguen al primero. Como se comprende, en poesía, el uso del hipérbaton o alteración del orden lógico de los elementos de la oración, puede llegar al extremo: ‘Aquí de Elio Adriano, de Teodosio divino, de Silio peregrino, rodaron de marfil y oro las cunas’ (oración cuya construcción estrictamente gramatical sería: ‘las cunas de marfil y oro de Elio Adriano, de Teodosio divino y de Silio peregrino rodaron aquí’).

3. Afinidades peculiares de las palabras

Las palabras significantes, nombre, verbo, adjetivo, adverbio, tienen afinidades que son en muchos casos caprichosas: que vuelta requiera precisamente el verbo dar y no pueda construirse con hacer; que actividad se construya con los verbos desarrollar y desplegar; que a desaliento le cuadre el verbo cundir como si estuviese hecho exclusivamente para ese nombre; que se diga ‘ejercitar la virtud’ y, en cambio, ‘ejercer influencia’; que se diga ‘contraer matrimonio’, pero no pueda decirse ‘contraer sacerdocio’; que se diga ‘inverso de’, pero ‘contrario a’, no son circunstancias que puedan encerrarse en reglas de construcción; por eso, las preposiciones requeridas por las palabras para relacionarse entre sí, así como los verbos exigidos por los nombres, se consignan en el diccionario, en los casos de duda, entre paréntesis, a continuación del nombre, verbo, etc., a que esa duda se refiere. En esas indicaciones se escriben con mayúscula las palabras que, en la construcción de la frase, van delante de la palabra de que se trata; y con minúscula las que van detrás: gracia(Hacer);contrario(a).

4. Algunas peculiaridades de la construcción española

Peculiaridades constructivas de cierta clase de palabras deben buscarse en los artículos correspondientes a la designación de esa clase; también puede haber referencias a la construcción en cualquiera de los artículos con desarrollo gramatical. A continuación se dan solamente algunas peculiaridades de carácter general.

4.1. Tendencia al uso de perífrasis

Es muy interesante hacer notar para los que pretenden perfeccionarse en el uso del español la tendencia en este idioma a sustituir las expresiones univerbales por perífrasis o expresiones pluriverbales: en vez de saltar, dar saltos; en vez de insensiblemente, de manera insensible; en vez de actual, de ahora; en vez de afectar o simular,hacer como que; en vez de dificultar, poner dificultades. Especialmente, en infinidad de casos, es mucho más usual que un verbo la expresión formada con un verbo auxiliar (dejar, ir, quedarse…) y el participio o el gerundio del verbo en cuestión: dejar asombrado, por asombrar; ir conllevando, por conllevar; quedarse dormido, por dormirse. En muchos casos, el verbo solo ha llegado a quedar en desuso: la frase ‘me contentó la entrevista’ no es, actualmente, buen español; en cambio es frase usual y muy expresiva ‘la entrevista me dejó contento’. Hay modismos, como ‘no hacer caso’ a los que difícilmente se les puede encontrar un sustitutivo univerbal. De aquí la importancia que se concede en el diccionario a los modismos y a las variantes pluriverbales de las palabras.

4.2. Anticipación del nombre, separándolo de su adjetivo

Es peculiar del español la anticipación de un elemento de la oración al que se da importancia especial, bien dejando al adjetivo que lo acompaña con significado absoluto (‘amigos, tiene muchos’), o bien reproduciendo el nombre anticipado en su sitio correspondiente con un pronombre (‘amigos, los tiene a docenas’).

4.3. Reproducción y anticipación del verbo en infinitivo

También es muy propia del español la reproducción y anticipación del verbo en infinitivo: ‘Comer no comemos, pero nos reímos mucho’.

4.4. Construcciones con artículo indefinido, y adjetivo posesivo, como un amigo mío

La construcción ‘un amigo mío’, completamente lógica y en correspondencia con cualquier otra construcción de nombre con artículo indefinido más adjetivo (por ejemplo ‘un pariente de mi mujer’), es peculiar del español (en francés y en inglés se dice ‘uno de mis amigos’).

4.5. Oraciones con no hay que

En las oraciones construidas con el verbo haber como terciopersonal, en vez de aplicar la negación al verbo principal, como corresponde lógicamente, se aplica a haber: ‘No hay que desanimarse’ en vez de ‘hay que no desanimarse’, como correspondería, ya que el significado es ‘es necesario no desanimarse’.

4.6. Otras peculiaridades tratadas en artículos particulares

En distintos artículos gramaticales se encontrarán peculiaridades constructivas que encajan en ellos. Por ejemplo, en oración sustantiva, el empleo del giro lo [aquello o eso] de que en vez de solamente que.

5. Restricciones constructivas en el uso del español

Por fin, a continuación se exponen algunas restricciones referentes a la construcción, no encajables particularmente en determinado género de palabras o en casos particulares.

5.1. No es permitida la elipsis del complemento repetido con distinta preposición

No es permitida en español la elipsis del complemento repetido con distinta preposición, como lo es en otros idiomas; no puede decirse, por ejemplo, ‘se dirige a y habla para nosotros’.

5.2. No se puede refundir en uno solo el verbo de dos oraciones, aunque sea el mismo, si le corresponde modo distinto en cada una de ellas

No se pueden refundir en una sola forma dos que requieren modo distinto; son igualmente incorrectas las frases ‘creo y deseo que venga’ y ‘creo y deseo que vendrá, pues creo exige el verbo en indicativo y deseo lo exige en subjuntivo; si no se quiere repetir el verbo, puede decirse ‘creo que vendrá y lo deseo’.

5.3. Tampoco se puede aplicar a dos palabras el régimen que sólo conviene a una de ellas. Excepciones

No es permitido aplicar a dos palabras el régimen que sólo conviene a una de ellas, aunque el complemento sea común; es incorrecto, por ejemplo, ‘espero y me alegraré de que todo le salga bien’. Sin embargo, existen excepciones: frases como ‘ir y venir a Madrid, tan bueno o mejor que tú, tengo tanto o más derecho que tú’, no solamente suenan bien, sino que las frases correctas ‘tengo que ir a Madrid y venir de Madrid todas las semanas, es tan bueno como tú o mejor que tú; tengo más derecho que tú o tanto derecho como tú a eso’, parecerían, incluso en lenguaje escrito, rebuscadas.

Otros casos de construcción defectuosa tolerada se refieren al empleo del pronombre relativo y a la trasposición de las preposiciones en ciertos casos; deben mirarse en este apéndice gramatical en preposición.

Fuente: Diccionario María Moliner de uso del español