Derivación

Derivación

1. Procedimientos de derivación

A la formación de unas palabras partiendo de otras se llega por los siguientes procedimientos:

1.º Por la adición de afijos.

2.º Por la composición de una palabra con otra, o de sus raíces.

3.º Por la vía hereditaria o evolutiva, en virtud de la cual, por el cambio, adición y supresión de letras con sujeción a ciertos mecanismos y leyes fonéticos, unos generales y otros genuinos de cada grupo homogéneo de hablantes, una lengua original se transforma y se diferencia en otras.

4.º Por analogía. Como ocurre con los pretéritos anduve, estuve, tuve, formados por analogía con hube. O con herencia, atraído a su significado en español por analogía con la familia de heredar, aunque su etimología es completamente distinta.

Sobre el primero y el segundo de estos caminos se encontrarán notas en los artículos afijo y composición.

En cuanto al tercer procedimiento, presenta dos aspectos:

1.º Mirado desde la palabra resultante, constituye la ascendencia o etimología de esta palabra.

2.º Mirado el proceso de creación de palabras por vía hereditaria en su segundo aspecto o derivación, o sea, el camino seguido por la palabra desde su forma original hasta la actual, constituye la historia de la lengua de que se trata. La exposición general de este proceso en lo que se refiere al español, ni cabría en un artículo de diccionario, ni es requerida por ninguno de los aspectos que caracterizan al presente. Sólo se va a aludir aquí a algunos casos de vacilación en la derivación, que se traducen bien en duplicidad de forma de una misma palabra, bien en duplicidad de criterio en la derivación de palabras de la misma naturaleza. Estas vacilaciones son, como otras señaladas en el artículo ortografía, pequeños lunares en la estructura del vocabulario español, por lo demás singularmente lógico.

2. Duplicidad de ciertas terminaciones de palabras de origen griego

Las palabras con las terminaciones -iaco [o -íaco] y -iada [o -íada], así como las formadas con -mancia [o -mancía], aparecen en el DRAE en dos formas: cardiaco [o cardíaco], olimpiada [u olimpíada], quiromancia [o quiromancía]. Con las raíces -opía [u -opia] y -agogía [o -agogia] hay, además, indecisión: miopía y nictalopía aparecen solamente en esta forma no diptongadas; mientras que necroscopia aparece con diptongo; analogía y pedagogía tienen diéresis, mientras que demagogia (en gr. demagogía) tiene diptongo. En el caso -iaco, -iada y -mancia, los hablantes han optado ya resueltamente por la forma diptongada (cardiaco, olimpiada, quiromancia).

3. Vacilación en el uso de la terminación a común al masculino y al femenino, en palabras procedentes del griego o del latín

Esa terminación no es exclusiva de esa clase de palabras, pues existe también en el final -ista de palabras formadas autónomamente en español (estadista, de estado;libretista, de libreto;tratadista, de tratado) pero, en las palabras grecolatinas, va directamente aplicada a la consonante final de la raíz: autodidacta, bautista, corega, estratega, gimnasta, nauta, pederasta, proxeneta, psiquiatra —palabra de formación moderna sobre modelo griego—, sátrapa, tránsfuga; parece ser que el DRAE incluye de las palabras que en griego acaban en es, solamente una forma acabada en a (como la palabra latina) y de las que en griego acaban en ós, además de esa, otra acabada en o (corego, de choregós;estratego, de strategós;hermafrodito, de Hermaphróditos); pero de tránsfuga, palabra latina, da también la forma tránsfugo. Otra alternativa para la terminación a de estas palabras es en el DRAE la terminación e:hierofante (además de hierofanta),samnite (además de samnita); en latín hierophanta [o hierophantes], samnites.

4. Duplicidad de ciertas palabras con las dos ortografías a que puede dar lugar el sonido original

Es el caso de jaguar y yaguar,jambo y yambo (árbol), pijama y piyama,hiedra y yedra,hierba y yerba,hiero y yero. No hay razón ninguna para esta duplicidad, pues en las palabras con el mismo sonido original se ha optado ya con decisión por una u otra forma, y la RAE no tendría más que prestar atención a cuál es ahora la más usada (de una de las formas de muchas de ellas la generalidad de los usuarios del español ignora la existencia) y darla en el DRAE como única.

5. Vacilación en palabras procedentes de idiomas extranjeros

Un caso de derivación interesante es la españolización de palabras importadas de otras lenguas contemporáneas. Algunas palabras procedentes de idiomas no parientes próximos, como bóer, club, cóctel, fondac, fútbol, rob, han sido incorporadas al DRAE o tal como los hablantes las han generalizado o con la transcripción ortográfica que ha parecido más conforme a su pronunciación en la lengua de origen. Pero, en general, la Academia, cuando decide incorporar al DRAE una palabra extranjera, trata de adaptarla a lo que sería si hubiese entrado en el español por la vía de derivación tradicional españolizando la terminación, suprimiendo, por ejemplo, la t muda (bidé, carné, chaqué, corsé, croché, cuplé, parqué, quinqué); pero como estas decisiones suelen producirse cuando la palabra ha adquirido un uso extenso entre los hablantes y éstos han adaptado ya cierta forma y hasta la misma Academia ha dado ya entrada en el DRAE a palabras como carric (además de carrique) o frac (además de fraque), la prescripción académica cae muchas veces en el vacío; se dice (no siempre) parqué y bidé, pero no suele escribirse de este modo; puede comprobarse así en los anuncios y rótulos comerciales. Aunque la Academia haya decidido incorporar al DRAE la palabra, de uso extendidísimo, carnet en la forma carné, hasta ahora no ha tenido suficiente fuerza la prescripción académica para hacer que esa forma se imponga por escrito.

Este problema de la introducción en el vocabulario usual español y en el mismo Diccionario oficial de terminaciones reñidas con la fonética española, preocupa a los gramáticos; pero en el estado presente de la cuestión no parece posible una solución de autoridad; los españoles seguirán importando palabras cuando las necesiten y, como parece que su sentido fonético no repugna ciertas terminaciones no genuinas, seguirán aceptando las terminaciones de ellas en su idioma de origen y la Academia tendrá que seguir aceptando palabras en esta forma espuria como viene haciendo hasta ahora.

Semejante es el caso de los plurales de palabras extranjeras acabadas en consonante adoptadas en español en su forma original o españolizadas, cuyo plural, si fueran españolas acabaría en es o en os y que, sin embargo, se ha generalizado con la simple adición de s:ballets, blocs, bóers, búnkers, cabarets, carnets, chalets, complots, cruasants, debuts, déficits, esnobs, gánsters, gongs, gurmets, jerseys, raids, tics, vermuts, zigzags… La acentuación de estas palabras es la que corresponde a su forma singular, según la regla general.

6. Palabras cultas en su forma latina

Relacionado con el caso anterior es el de palabras cultas conservadas en su forma latina; estas palabras son raras en español, a diferencia de lo que ocurre en otros idiomas cultos (atrium, circus, focus —pl. foci—, forum, sodium, solarium, summum, totem… se usan así en estos idiomas), quizá porque la terminación o de que el español dispone allana el camino para la adaptación; pero no faltan algunas (álbum, detritus, humus, memorándum, pandemónium, quanta, separata, tárgum) que han entrado en el español con forma ya adoptada uniformemente en otros idiomas. El problema a que dan lugar estas palabras es el de la forma que deben tomar en plural las que se han divulgado en singular (como las cinco primeras), y en singular las que han entrado inicialmente en el lenguaje culto en plural (como quanta y separata). La Academia, en el caso de memorándum, llega, por eliminación de las soluciones propuestas (memorándums, usado hasta ahora, por reñido con la fonética española; memorándumes, por chocante, no con la fonética, pero sí con el sentido lingüístico; y memoranda, el plural latino, por algo parecido), a la insinuación de una solución quirúrgica: cambiar de forma el singular, convirtiéndolo en memorando, con lo que el plural sería normalmente memorandos. Tal insinuación es por demás razonable y, para ser solución, sólo le faltaría que se aplicase a todos los casos iguales que hay en el Diccionario. Pero ¿se atreverá la Academia a dar el paso, convirtiendo álbum en albo,súmmum en sumo,pandemónium en pandemonio,separata en separados,vademécum en vademeco, etc.?

Esta solución se ha aplicado en un caso: a los «quanta de acción» que entraron en la física moderna con la mecánica relativista han sucedido los «cuantos de acción», con su singular un cuanto. Pero no ha habido la misma decisión por parte de los hablantes en el caso de separata; es palabra usada sólo entre personas cultas, pero incluso éstas, aun conscientes de que se trata de un plural desde el punto de vista de la gramática latina, dicen frases como he recibido una separata de tu trabajo o todavía no tengo separatas de mi artículo, uso no distinto del consagrado en errata[s].

7. Principios de palabra con consonante líquida

La adaptación de los principios de palabra con consonante líquida, extraños en la fonética española, suele hacerse en el DRAE de manera conforme a la derivación histórica, o sea, mediante la anteposición de una e:smoking se transforma en esmoquin; pero también con vacilaciones, pues, por ejemplo, incluye slip o spray pero no sus variantes con e inicial.

Fuente: Diccionario María Moliner de uso del español