Relativo

Relativo

Las particularidades relativas a la construcción de cada relativo, pronombre o adverbio, se dan en los artículos correspondientes. A continuación se exponen solamente las de aplicación general.

1. Introducción: pronombre relativo con o sin antecedente

El relativo puede referirse o hacer relación a un nombre contenido en la oración principal, que se llama antecedente del relativo. O puede consistir la relación entre las dos oraciones en que la totalidad de la de relativo constituya un elemento de la principal o especifique o califique un elemento de ella. ‘Quien lo adivine ganará el premio. He recibido lo que me anunciaste. Se lo diré a quien me parezca bien. Visité la casa en que nací’.

Son pronombres relativos cual, cuyo, que, quien, el cual, el que, y se usan como adverbios relativos los interrogativo-exclamativos cómo, cuándo, cuánto, dónde. Lo mismo unos que otros tienen otras funciones además de la relativa. Como se verá más adelante (apartado 3), en las oraciones de relativo sin antecedente los pronombres relativos pasan a ser realmente pronombres indefinidos; y los adverbios en tal caso son conjunciones. Todos ellos, además, son interrogativo-exclamativos (función que en los adverbios es primaria, pues son adverbios interrogativo-exclamativos que pueden desempeñar función de relativos).

No es difícil encontrar la relación lógica que justifica la identidad de la designación usada, entre las tres funciones mencionadas; es por completo aparente entre la función representativa o de relativo y la función conjuntiva de los adverbios: ‘Estoy donde estaba. Estoy en el sitio donde estaba’. Y aún más, hasta el punto de que ordinariamente no se establece diferencia, entre la función de pronombre relativo y la de pronombre indefinido en las oraciones a que se refiere el apartado 2.1.2. Y, aunque más oculta, existe también entre la función representativa y la interrogativo-exclamativa, pues en el pronombre o adverbio empleado para preguntar o exclamar está implícita o representada la respuesta.

2. Oraciones con antecedente

Puede el pronombre decir a cuál de las cosas designables con el nombre antecedente se refiere el que habla (‘aquí está el libro que me prestaste’); o bien una circunstancia de esa cosa (‘aquí te devuelvo el libro, que no me ha gustado; tienen una casa en el campo, en la cual pasan los veranos’); en el primer caso la oración de relativo y el relativo mismo se llaman especificativos; en el segundo, calificativos o explicativos.

2.1. Colocación del relativo

En general, el relativo sigue inmediatamente a su antecedente y está, en su propia oración, antes del verbo: ‘está ahí el hombre a quien has llamado’; o bien: ‘el hombre a quien has llamado está ahí’. Construcciones como ‘aquellos hombres se salvarán que tengan temor de Dios’, en que entre el antecedente y el relativo está el verbo de la oración a que el antecedente pertenece, las cuales se encuentran en escritores de siglos anteriores, no son ahora admitidas.

2.1.1. Caso especial: relativo complemento de otro complemento

Hay, sin embargo, un caso especial en que el antecedente y el relativo quedan separados; es éste: a veces, el relativo no es directamente un complemento de su oración, sino un complemento de otro complemento: ‘Las víctimas, una colecta para las cuales anunciábamos ayer…’. En casos como éste hay que optar entre separar el antecedente del relativo (víctimas y las cuales), como ocurre en la forma del ejemplo, o separar el nombre de su complemento, como ocurre si se le da esta otra forma: ‘las víctimas para las cuales anunciábamos ayer una colecta…’ (una colecta y para las cuales). En cada caso el oído o el gusto del que habla o escribe le dictará cuál de las dos soluciones adoptar. Ahora bien: es recomendable que si, para conservar el nombre y su complemento juntos, hay que separar exageradamente el antecedente y el relativo, se renuncie a aquella proximidad. Por ejemplo, la frase ‘el presidente, la extraordinaria habilidad para resolver toda clase de cuestiones del cual todos reconocemos…’ (antecedente, el presidente; relativo, del cual) resulta un modelo de confusión. Si se quiere conservar juntos el antecedente y el relativo habrá que decir ‘el presidente, del cual todos reconocemos la extraordinaria habilidad para resolver toda clase de cuestiones…’, donde quedan separados habilidad y su complemento del cual. (No hay que olvidar para casos como éste que, cuando el relativo está en genitivo con de, puede emplearse cuyo en vez de otro relativo: ‘El presidente, cuya extraordinaria habilidad…’.)

De otros casos de alteración del orden regular en oraciones de relativo, tales como ‘estos Fabio, ¡ay dolor! que ves ahora, campos de soledad, mustio collado…’ no hay que hablar, pues son casos de hipérbaton y dislocación puramente literarios.

2.1.2. Antecedente repetido y relativo con régimen distinto del de su antecedente

La contigüidad del antecedente y el relativo en las oraciones de relativo corrientes se mantiene irreflexivamente, de modo que el enunciado de la necesidad de ella es más el enunciado de un hecho lingüístico que el de una regla. Pero hay un caso en que tal necesidad plantea un problema: La frase de relativo se construye a veces de modo que el antecedente gramatical es la repetición de un nombre enunciado antes: ‘Este caballo es el caballo que ha ganado el premio. De ese montón de cartas dame las cartas a que ya has puesto sello. Mi casa es más grande que la casa en que vives tú’. Para evitar la repetición cacofónica del antecedente, el procedimiento gramaticalmente correcto es la sustitución de su repetición por el pronombre demostrativo aquel [aquella, etc.]: ‘Este caballo es aquel que ha ganado el premio. De ese montón de cartas dame aquellas a que ya has puesto el sello. Mi casa es más grande que aquella en que vives tú’. Ahora bien: la construcción con aquel es demasiado estudiada y gramatical y, en general, pero especialmente en lenguaje hablado, se huye de ella y se hace uso del especial carácter del relativo compuesto el que (V. apartado 3), que permite tomar el como pronombre demostrativo equivalente a aquel: ‘Este caballo es el (o aquel) que ha ganado el premio’. Pero, en los otros dos ejemplos, el relativo tiene distinto régimen que el antecedente: ‘A este artículo le han dado el premio destinado a los artículos en que se habla de España [A este artículo le han dado el premio destinado a aquellos en que se habla de España]’; y, si aquellos se sustituye por los, en estricta lógica gramatical, habrá que aplicar la preposición a a los, que está en lugar de aquellos y la preposición en a que, que sigue siendo el mismo que de en que: ‘A este artículo le han dado el premio destinado a los en que se habla de España’. Hay numerosos ejemplos literarios de esta construcción. Concejo abierto se llama el en que señor se escoge (Moreto). Grandes palabras son las con que San Pedro Crisólogo… (Quevedo). Aquella columna, que debía ser una de las con que se señalaban las millas (Mariana). Más pesadas, sin ninguna comparación que las en que tú estás (Quevedo). No hay áspid pisado con mayor rabia que la con que él puso mano a su espada (Aliaga). Hiciéronlo y volví muy de mejor gana que la con que fui (Alemán — Guzmán de Alfarache —). En lenguaje actual puede encontrarse tal construcción con la preposición en: ‘Iba en dirección contraria a la en que van los coches. Lo encontré en lugar distinto del en que lo dejé’; quizá no sea totalmente inusable con a: ‘Me indicó un hotel distinto del a que él iba’. Pero, en cualquier caso, esta construcción suena artificiosa y tiende a caer en desuso; y, con cualquier otra preposición (‘he olvidado lo de que me hablaste; esta imagen es la ante que ella se postraba; creímos que la piedra era la bajo que se escondía el tesoro’), es totalmente desusada.

En ciertos casos, la transformación de tales frases es fácil dándoles desde el principio otra forma a fin de que el antecedente quede junto al relativo: ‘Se llama abierto el concejo en que señor se escoge. Grandes son las palabras con que… Aquella, que debía ser una de las columnas con que…’. Cada parte de las en que queda dividido un todo puede cambiarse en cada una de las partes en que… Pero esto no es siempre posible. No lo es en los otros ejemplos citados en primer lugar ni en los dos ejemplos con en citados con referencia al lenguaje actual, porque en ellos se expresa una comparación y la cosa comparada tiene que expresarse forzosamente delante de la partícula comparativa que, de o a (‘mayor rabia que…; mejor gana que…; dirección contraria a…; lugar distinto de…’). En tales casos no hay más solución gramaticalmente correcta que repetir el nombre (‘lugar distinto del lugar en que; dirección distinta de la dirección en que’) utilizar aquello o transigir, si la preposición es en, con la expresión el [la, etc.] en que, aunque suene artificiosa. Pero hay también una solución que, aunque no correcta gramaticalmente, figura entre las incorrecciones toleradas. (V. el apartado 5.)

2.2. Cuando el relativo representa a un atributo

Se emplea una construcción especial en que el relativo representa un atributo: ‘Es un alcalde digno de la gran ciudad que es Madrid’; que representa aquí a la gran ciudad, atributo de Madrid —verbo, es—. Algunos lingüistas tildan de galicismo las frases de este corte y niegan que constituyan una aportación estimable al lenguaje. En efecto, podría decirse ‘es un alcalde digno de Madrid, que es una gran ciudad’; pero no puede negarse que la frase condenada es más ágil y más expresiva que su larga sustituta. Podría decirse también ‘…para la gran ciudad llamada Madrid’; pero esto no dejaría de ser apelar a un participio innecesario para lo que se quiere decir.

3. Oraciones sin antecedente

Dos de los pronombres relativos, quien y el [la, etc.] que, se emplean en construcciones en las que no existe antecedente de ellos: ‘Sálvese quien pueda. Ha venido el que viste aquí ayer’. Estos pronombres hacen realmente papel conjuntivo, exactamente como lo hacen los adverbios interrogativos en construcciones en todo semejantes: establecen la unión entre dos oraciones desempeñando simultáneamente en ambas un papel que puede ser el mismo o distinto. En los ejemplos anteriores, quien es sujeto en las dos oraciones; y el que es sujeto de ha venido y complemento directo de viste. En el relativo el [la, etc.] que, el artículo puede también interpretarse como un pronombre demostrativo que equivale a «aquel» (en francés, ce, etc., que [qui]) y que constituye el antecedente de que; pero también puede interpretarse el, etc., que como producto de la elipsis de un nombre antecedente dejando sólo su artículo, que pasa a desempeñar papel de pronombre: ‘Esta casa la ha hecho el [arquitecto] que hizo la otra’. Aunque en el otro ejemplo no se puede rastrear ningún antecedente de quien, el comportamiento gramatical de ambas expresiones, quien y el [la, etc.] que es en todos los casos el mismo; se trata, pues, de verdaderas oraciones de relativo en cuanto a su contenido; pero ateniéndose estrictamente a la forma, los pronombres pueden también considerarse como indefinidos puesto que representan un ser indeterminado. El significado de las oraciones con una o con otra de ellas puede siempre verterse en una auténtica oración de relativo: ‘Sálvese aquel [la persona, todo el…] que pueda. Ha venido aquel [o el hombre] que viste ayer’.

4. Oraciones declarativas

Aunque consideradas como oraciones de relativo con antecedente, no lo son realmente ciertas oraciones que hacen papel de atributo, llamadas declarativas; como ‘este hombre es quien lo sabe’. En realidad, quien hace aquí de pronombre indefinido y no de relativo; y la identidad del contenido ideológico de quien y este hombre no es más que la identidad natural entre sujeto y atributo. El verdadero carácter de la oración se ve invirtiendo los términos: ‘Quien lo sabe es este hombre’.

Estas oraciones declarativas presentan un problema de construcción: en la oración ‘la que lo sabe soy yo’, por ejemplo, hay dos oraciones: la que lo sabe y soy yo; las dos perfectamente construidas, con verbo y sujeto en tercera persona la primera, y verbo y sujeto en primera persona la segunda. Pero es que se dice también ‘la que lo sé soy yo’, y aquí hay ya una incorrección gramatical, puesto que a la que, que es tercera persona, se le adjunta un verbo en primera; y no sólo esto: si la oración está en plural, la forma gramaticalmente correcta suena mal en oídos españoles: habiendo preguntado a varias personas cultas, aunque no versadas especialmente en gramática, sobre qué forma usarían, si ‘nosotros fuimos los que llegamos antes’ o ‘nosotros fuimos los que llegaron antes’, sin excepción contestaron que la primera; y alguna, al decirle que también podía usar la segunda, contestó indignada que ni la había usado ni la usaría nunca aunque se lo mandasen.

El gramático Bello considera más lógica la concordancia en tercera persona (‘la que lo sabe soy yo’). Otros consideran como más expresiva la concordancia con el antecedente (‘la que lo sé soy yo’). Parece, pues, aconsejable dar como toleradas ambas formas y advertir que, en plural, el oído español rechaza el verbo en tercera persona en la oración que tiene por sujeto el relativo.

5. Incorrecciones toleradas

Se consideran tolerables algunas irregularidades en el empleo de los relativos.

Una de ellas consiste en eludir la construcción a que se refiere el apartado 2.1.2. aplicando a la totalidad del relativo compuesto el que la preposición que corresponde sólo a que. Así en los siguientes ejemplos: ‘Ya sabes a lo que vengo’ (en vez de lo a que vengo). ‘No sabes de lo que soy capaz’ (en vez de lo de que soy capaz). ‘Pocos entienden de lo que tratan’ (en vez de lo de que tratan). ‘Infinitamente más es a lo que se extiende (en vez de lo a que se extiende) este infinito poder’. Como se ve, en todos los ejemplos anteriores el artículo que acompaña a que es lo. En este caso, la transgresión lógico-gramatical suena tan natural que se comete a cada paso en lenguaje tanto hablado como escrito sin que ni el hablante ni el que escucha o lee se percaten de ella. Pero no sucede lo mismo cuando el artículo es otro: ‘Éste no es del que te hablé. Aquí está con el que tenemos que tratar’. La persona con sentido gramatical percibe sin necesidad de reflexionar la irregularidad en el segundo mientras que, como se ha dicho, puede pasarle inadvertida en el primero. Algún gramático legitima esta construcción interpretándola como una sustantivación del total de la oración con la consiguiente aplicación de la preposición delante del artículo; lo mismo que se dice ‘no tenía idea de lo que iba a decir’, se dice ‘elegirá con el que quiere ir’; para admitir esta explicación hay, entre otros, el inconveniente de que habría que admitir la posibilidad de dar a un verbo cualquier régimen (en el caso del ejemplo, con a elegir).

Otro caso de incorrección tolerada es la supresión de un antecedente al que corresponde la misma preposición que al relativo: ‘Se lo di a quien iba dirigido’ (en vez de a la persona a quien iba dirigido). ‘Sufro con lo que tú sufres’ (en vez de con lo mismo con que tú sufres).

Por fin, una tercera licencia tolerada consiste en la aplicación al antecedente del régimen que corresponde al relativo: ‘Le pregunté con los medios que contaba’ (en vez de los medios con que contaba). ‘Falta saber en las condiciones que está’ (en vez de las condiciones en que está). ‘Según al cine que vayas’ (en vez de el cine a que vayas). Estas frases son equivalentes a otras en que el pronombre que en función declarativa, interrogativa o dubitativa y, por tanto, acentuado, acompaña a un nombre; por tanto, el verbo o la expresión que haga sus veces, ha de ser de expresión, de interrogación o de duda como ocurre en los ejemplos anteriores. Puede representarse la evolución desde el qué interrogativo al que relativo en esta forma:

‘Le pregunté con qué medios contaba’.

‘Le pregunté los medios con que contaba’.

‘Le pregunté con los medios que contaba’.

‘Falta saber en qué condiciones está’.

‘Falta saber las condiciones en que está’.

‘Falta saber en las condiciones que está’.

‘Según a qué cine vayas’.

‘Según el cine a que vayas’.

‘Según al cine que vayas’.

Las dos primeras formas de cada grupo muestran la manera de verter las oraciones gramaticalmente incorrectas (aunque la incorrección sea tolerada) a formas absolutamente correctas.

6. Relativos usables en cada caso

En los artículos respectivos se especifican los usos de cada relativo. Aquí se trata la cuestión tomándola en sentido inverso, esto es, determinando en cada caso qué relativo puede ser empleado.

6.1. En oraciones con antecedente

6.1.1. Como sujeto

6.1.1.1. En oraciones especificativas.

— Se emplea exclusivamente que: ‘La casa que te interesa’.

6.1.1.2. En oraciones explicativas.

— Pueden usarse que y el cual: ‘Su hija, que [o la cual] está en Londres…’.

6.1.2. Como complemento directo

Como complemento directo en oraciones tanto especificativas como explicativas, pueden emplearse que para cosas y quien,el que y el cual para personas: ‘El libro que me prestaste. La señora a la cual [a la que, a quien] he saludado. Este edificio, que ha sido restaurado recientemente… Tu hermano, a quien [al que, al cual] no conocía…’.

6.1.3. Como complemento indirecto

Como complemento indirecto para personas, pueden emplearse, tanto en oraciones especificativas como en explicativas, quien, el cual y el que: ‘La persona a quien [a la cual, a la que] escribí. Tu compañero, a quien (al cual, al que) le di el encargo de que te lo dijera…’.

Para cosas, con la preposición a pueden emplearse que, el cual y el que en oraciones especificativas (si bien el más frecuente es el cual): ‘La mesa a que [a la cual, a la que] diste barniz’; en oraciones explicativas, se usan generalmente el cual y el que: ‘La casa, a la cual [o a la que] está pegado el establo…’. Con la preposición para, sólo el cual y el que, tanto en oraciones explicativas como en especificativas (también en ellas es más frecuente el uso de el cual): ‘La casa para la cual [o para la que] es este mobiliario. En casos como ese, para los cuales [o los que] no hay normas…’.

6.1.4. Con la preposición de de genitivo

Puede emplearse para cosas el cual y el que, tanto en oraciones especificativas, ‘aquí tengo la carta de la cual [o de la que] es el párrafo que te copié’, como en explicativas: ‘esa casa, de la que [o de la cual] guardas tan mal recuerdo’. En oraciones especificativas se usa también que: ‘No sé dónde está la caja de que me diste la llave’.

Para personas, se emplean con de los mismos relativos que para cosas (el cual, el que) y quien: ‘El autor de quien [del cual, del que] has leído tantos libros. Es un autor de quien [del cual, del que] no había leído nada hasta ahora’.

Puede en este uso atribuirse cierta preferencia a cual sobre que, explicable por la razón fonética de que cual es tónico, a diferencia de que y ofrece apoyo a las preposiciones, que son proclíticas.

6.1.4.1. Caso particular.

— Hay un caso particular de relativo con de de genitivo; es aquel en que el relativo es complemento no del verbo sino de otro elemento de la oración: ‘El señor a la hija del cual conoces. Una ciudad, el clima de la cual es perfecto’; el relativo indicado es, como se ve, el cual en todos los casos. Pero, realmente, la construcción especialmente indicada es con cuyo: ‘El señor a cuya hija conoces. Una ciudad cuyo clima es magnífico’. Ahora bien: para que pueda emplearse cuyo es necesario que el antecedente y el relativo no estén unidos por es. La oración ‘el señor del cual es la casa que acabas de ver’ podía sustituirse en otras épocas por ‘el señor cuya es la casa que acabas de ver’; pero ahora no se emplea esta construcción.

En lenguaje popular o descuidado no se emplearía ni cuyo ni otro relativo con de y se diría, por ejemplo, ‘ese autor que me prestaste un libro suyo’, frase gramaticalmente incorrecta pero que no es más que una de tantas con que se huye en el lenguaje no esmerado de anteponer preposiciones a los relativos, fenómeno semejante al de que se ha hablado antes, de rehuir el uso del demostrativo aquel como antecedente (V. el apartado 2.1.2.).

6.1.5. Con de de ablativo y otras preposiciones

Son utilizables con todas las preposiciones los relativos el cual y el que y también, en los casos en que son aplicables, quien (si se trata de personas) y cuyo (si el relativo tiene función adjetival respecto de un nombre): ‘El material de que [del cual, del que] está hecho. El señor de cuyo hijo te hablé. El hombre de quien he recibido ayuda. La medicina con la cual [o con la que] me curé. La persona por quien me preguntó’. En cuanto a que, no se utiliza en absoluto con ante, contra, durante, hasta, según y sin. Puede utilizarse con hasta, sobre y tras, diciendo, por ejemplo, ‘la página hasta que llegué, los cimientos sobre que se asienta el edificio, el empleo tras que anda’; pero esas frases suenan más naturales construidas con el cual, el que o, si corresponde, quien.

6.1.5.1. Preposición empleada con el relativo que representa a «modo» o «manera».

— En general, no hay vacilación en el empleo de la preposición que corresponde al relativo, la cual debe ser, naturalmente, la que llevaría el nombre que el relativo representa: ‘las sorpresas a que nos tiene acostumbrados, el libro de donde lo saqué, la base sobre que está planteado’; tampoco la hay en cuanto al relativo que representa a forma: ‘la forma en que lo planteas’. Pero sí hay vacilación en cuanto al relativo que representa a manera o modo. Por ejemplo, la frase ‘la manera poco respetuosa con que habla Quevedo…’, leída en un texto literario, es incorrecta, puesto que manera no se construiría en ningún caso con con: no se puede decir ‘Quevedo habla con una manera poco respetuosa’. La preposición correcta sería de; pero esta preposición da lugar, con verbos de expresión, a frases de sentido equívoco: ‘la manera poco respetuosa de que habla Quevedo’. Y, bien sea por esta causa, bien por otra, no se emplea ni aun con verbos de otra clase; no se puede decir ‘el modo de que lo ha hecho no es correcto’. Por influencia de las frases con forma tiende a usarse en en frases con modo o manera: ‘la manera en que se desarrolló la conversación’; esta construcción no hiere al oído, pero no se puede decir de ella que es correcta. El recurso gramaticalmente correcto es usar como relativo como: ‘la manera poco respetuosa como habla Quevedo…’. Si este recurso no es del gusto del hablante o escritor, deberá éste renunciar al uso del relativo y dar otra forma a la frase; por ejemplo, ‘la manera de hablar poco respetuosa de Quevedo… [que emplea Quevedo…]’.

6.2. Relativos usados en oraciones sin antecedente

Como ya se ha dicho, los únicos relativos aplicables son el [la, etc.] que y quien. El primero suena natural en todos los casos: ‘El que lo adivine ganará el premio. El que se iba el último apagaba la luz’. En cambio, quien es enfático y, aunque suena natural en frases que contienen una amenaza, un vaticinio o una promesa (‘Quien lo adivine, ganará el premio’), no es natural del todo en frases que sólo contienen una aseveración: ‘Quien se marchaba el último apagaba la luz’.

7. Adverbios relativos

Los adverbios usables como relativos son, como se ha dicho ya, los interrogativo-exclamativos cómo, cuándo, cuánto y dónde. Representan, como tales relativos, expresiones de modo, tiempo, cantidad o lugar o que impliquen una de esas circunstancias: ‘La manera como se despidió me hizo sospechar. Te voy a enseñar la casa donde nací’. En realidad, en oraciones como las de los anteriores ejemplos, solamente son usuales como y donde.Cuando no se puede decir que sea totalmente desusado, pues pueden oírse frases como ‘eso es de la época cuando yo era joven’. Pero cuanto es siempre sustituido por que: ‘Aquí tienes la cantidad a que asciende (de ningún modo a cuanto asciende) mi deuda’. (Cuanto, sin embargo, se puede usar excepcionalmente como relativo de todo: ‘Te ofrezco todo cuanto [o lo que] tengo’.) En cambio, en oraciones que constituyen el sujeto o el atributo de una compuesta atributiva (oraciones con adverbio relativo correspondientes a las llamadas declarativas construidas con pronombre relativo —V. el apartado 4—) pueden ser empleados todos los adverbios interrogativo-exclamativos: ‘Así es como tienes que hacerlo. En primavera es cuando el campo está más hermoso. Estos campos es cuanto tengo. Al manicomio es adonde deberían llevarle’.

8. Elipsis del relativo

Cuando el relativo acompaña con el mismo régimen a más de un verbo u otro elemento de la oración, se suprime generalmente con todos los que no son el primero: ‘Este es el hombre que me ha acompañado, aconsejado, animado y ayudado en todas mis penalidades’. Hay elipsis de relativo en la siguiente frase sacada del DRAE: «Muñeco de paja que en algunas partes ponen en la calle durante la Semana Santa y después lo queman» (artículo judas). Lo queman es una oración que se refiere a muñeco; necesita por tanto el relativo que que la relaciona gramatical y lógicamente con la oración de que depende: ‘Muñeco de paja que en algunas partes ponen en la calle durante la Semana Santa, y que queman después. Puesto que este ejemplo está en texto de tanta autoridad como el DRAE, hay que considerarlo como un caso de licencia tolerada.

Fuente: Diccionario María Moliner de uso del español