Participio

Participio

PARTICIPIO ACTIVO O DE PRESENTE

Formalmente, se pueden derivar participios de presente de todos los verbos y podría decirse, por ejemplo, ‘el rocío humedeciente’, sin que nadie tuviese que preguntar por el significado de esa expresión; pero, de hecho, hay muchos verbos cuyos participios de presente no se usan ni figuran en el DRAE; y, aun de los que figuran en éste, muchos no son ya usuales. Tanto por esta razón como porque este nombre-adjetivo ha perdido en español la capacidad para llevar complemento directo o indirecto que tenía en latín y conserva en otros idiomas, ya que no se puede, por ejemplo, decir ‘cerrante las puertas’ o ‘implorante a los dioses’, ha dejado este derivado verbal de incluirse en la conjugación, en la que figuraba en las gramáticas tradicionales.

PARTICIPIO PASADO, PASIVO O DE PRETÉRITO

El participio, en su significado propiamente verbal, forma los tiempos compuestos y la voz pasiva de los verbos: ‘Había amanecido. Éramos observados’. Pero, además de esta función verbal, exclusiva en algunos participios como marchado, goteado o volado, los participios pasivos pueden ser también adjetivos, o sea, que pueden ser aplicados a un nombre, en yuxtaposición o mediante los verbos ser, estar u otro copulativo, sin que sea preciso que se haya ejercido sobre el nombre la acción expresada por el verbo correspondiente, o sin que la expresión tenga significado pasivo; también, con un significado que no es exactamente el que le corresponde como mero participio o, en fin, en cualquier forma que, por el significado o por el uso, exceda a la función participial: ‘Una figura alargada. El piso está desnivelado. Un empleo descansado. Una ciudad llamada Trebisonda’. Pueden también emplearse como nombres: ‘Un tullido. Un cercado’. En este diccionario se incluyen, por eso, todos los participios cuya función excede de alguna de las maneras expuestas a la propiamente participial. Si ello parece necesario, se aclara si se emplea con ser, con estar o con otro verbo copulativo; si tiene otros usos o significados no deducibles de esa simple anotación, se amplía la definición. El participio pasado tiene también, como el gerundio, un uso preposicional: ‘La casa está pasada la plaza’. (V. en este apéndice gramatical gerundio-uso locativo del gerundio.)

Hay una cuestión ortográfica interesante relativa al participio; es la de la acentuación del de los verbos en uir. Estos participios, aunque no había ninguna regla explícita de la RAE, se acentuaban (en el mismo DRAE) porque así resultaba natural, ya que, de hecho, se pronuncian con hiato. Pero en las Nuevas normas, publicadas con carácter preceptivo en 1959, se dispuso que se suprimía ese acento, disposición que se mantiene en la Ortografía de 1999. En el Informe que sirvió de base a esas Normas se justifica esta decisión por el hecho de que otros casos semejantes de hiato no se acentúan. Por tanto, la irregularidad de que pronunciándose con hiato, al menos en lenguaje lento o esmerado, diario, riada, y la misma palabra hiato, así como aviar, aviado y las formas iguales de otros verbos en iar, se escriba sin acento, invitando a los que no tienen el español por lengua propia a pronunciar incorrectamente [d(iá)rio, (iá)to, r(iá)da, ab(iá)r, ab(iá)do], se agrava haciéndola extensiva a un número mucho mayor de casos, que de una manera natural estaban libres de ella.

Fuente: Diccionario María Moliner de uso del español