El fundamentalismo es un estilo de pensamiento en el que se reconocen ciertos principios como ‘verdades’ esenciales que tienen una autoridad incuestionable y primordial, independientemente de su contenido. Por lo tanto, los fundamentalismos sustantivos tienen poco o nada en común, salvo que sus partidarios tienden a manifestar una seriedad o fervor nacidos de la certeza doctrinal. Aunque suele asociarse a la religión y a la verdad literal de los textos sagrados, el fundamentalismo también puede encontrarse en los credos políticos. Incluso puede decirse que el escepticismo liberal incorpora la creencia fundamental de que hay que dudar de todas las teorías (aparte de la propia). Aunque el término se utiliza a menudo de forma peyorativa para implicar inflexibilidad, dogmatismo o autoritarismo, el fundamentalismo también puede dar expresión a la abnegación y a la devoción por los principios.