Según la tradición, los semitas son descendientes de Sem, hijo de Noé, e incluyen a la mayoría de los pueblos de Oriente Medio. El antisemitismo se refiere específicamente al prejuicio u odio hacia los judíos. En su forma sistemática más temprana, el antisemitismo tenía un carácter religioso, que reflejaba la hostilidad de los cristianos hacia los judíos, basada en su complicidad en el asesinato de Jesús y su negativa a reconocerlo como Hijo de Dios. El antisemitismo económico se desarrolló a partir de la Edad Media, expresando un disgusto por los judíos como prestamistas y comerciantes. El siglo XIX vio el nacimiento del antisemitismo racial en las obras de Richard Wagner y H. S. Chamberlain, que condenaron a los judíos como fundamentalmente malvados y destructivos. Estas ideas proporcionaron la base ideológica del nazismo alemán y encontraron su expresión más grotesca en el Holocausto.